El carro de la vida – Sinkope & Kutxi Romero
Yo que a la vida le he dao un montón de bocaos aún tengo hambre,
y sin alardes pateo por este jaleo en busca de aire,
pues se que tarde o temprano vendrá una mano sin miedo a cobrarme
y esta no se anda con cuentos, ni pierde el tiempo ni viene en balde. (No viene en balde…).
Así que voy a seguir en este festín orquestao por los años,
pillando de aquí y de allí, limando los tajos y los golpes bajos
leyendo las cicatrices de las heridas que adornan mi vida que a poco que se descuida se vuelve a cortar
y me unto con sal y sano enseguida, le doy al panal otra ristra de muerdos
y guardo el recuerdo pa que no digan que fue un farol,
y busco timón si voy a la deriva y me hago terrón pa no entrar en la criba
y si en la pelea sufro desgarro me arreglo con barro.
Y subo al carro de la vida, a seguir batallando mientras vayan quedando cartas pa la partida,
y subo al carro de la vida, del que empujan los años y tiran los días…
del que empujan los años y tiran los días
Y yo que he tenío algún aviso, con más gana piso por estos lares,
mostrando mis malabares, cogiendo oficio hasta que me gaste.
Sabiendo que mi fortuna no sólo es la luna también son mis pasos,
y si mis pasos no avanzan me las apaño.
Y como del cielo, bebo de charcos, marco tu cuerpo en mi retina,
y bajo una encina tiendo tus besos para dormir,
y me despierto y busco alegría pruebo sabores que trae el nuevo día, y cojo de guía la cola de viento que a mi pecho amarro…
Y subo al carro de la vida, con lo bueno y lo malo que tienen los palos que nos endiñan,
y subo al carro de la vida, del que empujan los años y tiran los días…
del que empujan los años y tiran los días…
Hoy te quiero a mi lado por si sufro averías.